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Los contenidos están reemplazando a la publicidad tradicional

Mires donde mires, parece que la gente habla del marketing de contenidos. Y por una buena razón: funciona. De hecho, un estudio del Instituto de Marketing de Contenidos descubrió que las empresas B2B que utilizan el marketing de contenidos tienen más del doble de probabilidades de obtener mayores beneficios que las que no lo hacen.

Entonces, ¿cuál es el secreto del éxito del marketing de contenidos? No se trata de crear más contenido, sino de crear mejor contenido. Y ahí es donde la mayoría de los profesionales del marketing tienen dificultades.

Es cierto, el contenido se ha convertido en una forma tan eficaz de llegar a los clientes y captarlos, que las empresas están desplazando sus presupuestos de los anuncios hacia la creación de contenidos interesantes, informativos y atractivos. Entonces, ¿qué hace que el contenido tenga tanto éxito? ¿Por qué funciona mejor que la publicidad? Echemos un vistazo más de cerca.

En el pasado, la publicidad era sobre todo una calle de un sentido. Las grandes marcas disponían de recursos para pagar campañas publicitarias que llegaban a una amplia audiencia, mientras que los consumidores individuales tenían poco o nada que decir al respecto. Sin embargo, gracias a la llegada del Internet y a las redes sociales, esto ha cambiado.

Hoy, cualquier consumidor con conexión a Internet puede compartir con el mundo su opinión sobre un producto o servicio. Y si un número suficiente de personas comparte sus experiencias positivas o negativas, puede tener un impacto significativo en los resultados de una empresa, marca.servicio o producto.

Esta democratización de la publicidad es un arma de doble filo, por supuesto. Por un lado, da a los consumidores más poder que nunca. Por otro lado, también significa que las empresas tienen que ser muy cuidadosas para mantener una buena reputación allá afuera.

La industria publicitaria siempre ha buscado formas de llegar a más personas con su mensaje. En los primeros tiempos de la televisión, por ejemplo, los anunciantes construían sus campañas en torno a programas populares que veían millones de personas.

Hoy, Internet se ha convertido en una de las plataformas publicitarias más importantes, y los influencers han surgido como una poderosa herramienta para amplificar los mensajes de las marcas.

Los influencers son personas que tienen un gran número de seguidores en las redes sociales y se consideran influyentes en su ámbito. Las marcas suelen asociarse con los influencers para promocionar sus productos o servicios.

Este tipo de publicidad puede ser muy eficaz, ya que permite a las marcas aprovechar la gran audiencia del influencer y transmitir su mensaje de forma personal y cercana. Sin embargo, es importante contar con una correcta estrategía al elegir a los influencers y muchas veces se deja en manos influencer que desconocen por completo los valores de la marca y lo que pretende transmitir.

Los consumidores quieren marcas con las que puedan interactuar y que sus productos les aporten valor, Este enfoque ha demostrado ser especialmente eficaz en el entorno actual, en el que la gente es cada vez más escéptica respecto a las afirmaciones publicitarias. Por el contrario, la publicidad basada en el valor demuestra que la marca se centra en proporcionar una experiencia positiva a sus clientes. Además, este enfoque suele conducir a una mayor fidelidad de los clientes y a un mayor nivel de ventas.

En consecuencia, está claro que la gente quiere interactuar y comprar marcas que les aporten valor.

Cuando la gente está expuesta a la publicidad, suele tener una reacción negativa conocida como: Reactancia, concepto presentado por Jonah Berger en su libro “Contagioso”.  Esto ocurre cuando las personas sienten que su libertad está siendo amenazada por el mensaje publicitario. Como resultado, pueden rechazar el contenido persuasivo del anuncio, aunque sea claramente eficaz.

Este fenómeno hace que la publicidad haga sentir a las personas que les están vendiendo, cuando en realidad todos buscamos la sensación de libertad que nos produce el comprar. Por esta razón el contenido se vuelve relevantes pues su única finalidad es darnos herramientas para tomar decisiones.